From CSP:
Bolivia: Sin coca no hay paraíso – por Centa Reck *
By admin ⋅ June 29, 2011 ⋅ Email This Post⋅ Print This Post⋅Post a comment
Y ahora el gobierno de Bolivia da un paso al costado en materia de política internacional de control del narcotráfico, cuestionando la Convención de Viena, vigente desde 1961.
Sorprende la ceguera, pues nadie duda que este sea el peor momento para nuestro país en materia de lucha contra el narcotráfico, circunstancia que coincide con un informe del Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI) que coloca a Bolivia en la lista negra de países que no cooperan con la erradicación del narcotráfico, el lavado de dinero y el financiamiento del terrorismo provocado por los carteles y el tráfico de estupefacientes.
Ya en marzo de 2011 el Departamento de Estado del gobierno estadounidense en su informe anual sobre lucha contra el narcotráfico, reprobó a Bolivia y Venezuela, países considerados críticos y que fracasaron en cumplir compromisos internacionales de control de narcóticos. En aquel momento el presidente Morales planteó que el gobierno de Bolivia había mejorado la lucha contra el narcotráfico sin apoyo externo y negó categóricamente un posible retorno de la DEA para hacer frente a este flagelo. Perseveró en seguir acusando a la DEA y al gobierno de EE.UU de tener interés de carácter geopolítico en nuestro país. El informe consideró que después de la salida de la DEA Bolivia disminuyó en su capacidad de identificar, investigar y desmantelar las organizaciones de narcotraficantes. Claro, y ahí tenemos el caso Sanabria, un ex general ligado al gobierno boliviano inmiscuido en tráfico de estupefacientes.
La respuesta del gobierno nos lleva al redil de las ovejas negras, de acciones extraviadas, porque no podemos seguir negando que estamos ante claras evidencias de descontrol y de fallas graves en materia de lucha contra el narcotráfico. Pero en vez de hacerle frente a este flagelo, el gobierno profundiza la brecha, recae en los errores y apela otra vez a la “hoja sagrada” al acullicu, como si izando estas banderas pudiera tapar el sol con un dedo.
En lugar de buscar soluciones el gobierno opta por una retirada del convenio de Viena (ONU) sobre estupefacientes, comenzando con el trámite para la retirada de Bolivia de la Convención de Viena y justificando dicha medida con el pretexto de que lo estamos incumpliendo desde que no se puede prohibir el acullico o masticado de la hoja de coca, porque nuestra Constitución lo protege.
Después de esta grave crisis creada a propósito, es improbable que nuestro país vuelva a ser signatario del convenio de Viena, ya que volver a ser signatario, para retornar nuestro país exige que se le permita acceder a una enmienda en la que quede liberado el acullicu, situación que requiere contar con el voto de dos tercios de los países signatarios.
Quién le dará crédito a Bolivia y al acullicu? nos preguntamos. Todos los países coinciden que existe un marco cultural para esta costumbre, pero ninguno se enganchará con el cuento que los usos y costumbres ancestrales justifican las casi 40.000 hcs de cultivos de coca que exceden y sobrepasan las 12.000 hcs permitidas para justificar el acullicu.
Nadie prohibió nunca en nuestro país la masticación de coca, no lo hizo la ONU, ni la Dea, ni ningún otro país signatario del convenio. Ese nunca fue un problema, el tema pasa por otro lado. Bolivia, no puede mostrar una actitud tan poco razonable, antes de cualquier acción o promoción de la “hoja sagrada”o del “acullicu”, el gobierno debía abocarse a erradicar coca excedentaria para ganar reconocimiento en vez de exigir orondamente que el mundo le reconozca el derecho a masticar coca. Esto es una locura, con un pésimo argumento, sin libreto más bien. No tiene pies ni cabezas, sólo puede ser interpretado a nivel internacional como una falta de voluntad, como una acción que puede llevar a pensar que para Bolivia sin coca no hay paraíso.
* Centa Reck es Senadora por Santa Cruz, Bolivia.
Fuente: Hoy Bolivia (Bolivia)
Bolivia: Sin coca no hay paraíso – por Centa Reck *
By admin ⋅ June 29, 2011 ⋅ Email This Post⋅ Print This Post⋅Post a comment
Y ahora el gobierno de Bolivia da un paso al costado en materia de política internacional de control del narcotráfico, cuestionando la Convención de Viena, vigente desde 1961.
Sorprende la ceguera, pues nadie duda que este sea el peor momento para nuestro país en materia de lucha contra el narcotráfico, circunstancia que coincide con un informe del Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI) que coloca a Bolivia en la lista negra de países que no cooperan con la erradicación del narcotráfico, el lavado de dinero y el financiamiento del terrorismo provocado por los carteles y el tráfico de estupefacientes.
Ya en marzo de 2011 el Departamento de Estado del gobierno estadounidense en su informe anual sobre lucha contra el narcotráfico, reprobó a Bolivia y Venezuela, países considerados críticos y que fracasaron en cumplir compromisos internacionales de control de narcóticos. En aquel momento el presidente Morales planteó que el gobierno de Bolivia había mejorado la lucha contra el narcotráfico sin apoyo externo y negó categóricamente un posible retorno de la DEA para hacer frente a este flagelo. Perseveró en seguir acusando a la DEA y al gobierno de EE.UU de tener interés de carácter geopolítico en nuestro país. El informe consideró que después de la salida de la DEA Bolivia disminuyó en su capacidad de identificar, investigar y desmantelar las organizaciones de narcotraficantes. Claro, y ahí tenemos el caso Sanabria, un ex general ligado al gobierno boliviano inmiscuido en tráfico de estupefacientes.
La respuesta del gobierno nos lleva al redil de las ovejas negras, de acciones extraviadas, porque no podemos seguir negando que estamos ante claras evidencias de descontrol y de fallas graves en materia de lucha contra el narcotráfico. Pero en vez de hacerle frente a este flagelo, el gobierno profundiza la brecha, recae en los errores y apela otra vez a la “hoja sagrada” al acullicu, como si izando estas banderas pudiera tapar el sol con un dedo.
En lugar de buscar soluciones el gobierno opta por una retirada del convenio de Viena (ONU) sobre estupefacientes, comenzando con el trámite para la retirada de Bolivia de la Convención de Viena y justificando dicha medida con el pretexto de que lo estamos incumpliendo desde que no se puede prohibir el acullico o masticado de la hoja de coca, porque nuestra Constitución lo protege.
Después de esta grave crisis creada a propósito, es improbable que nuestro país vuelva a ser signatario del convenio de Viena, ya que volver a ser signatario, para retornar nuestro país exige que se le permita acceder a una enmienda en la que quede liberado el acullicu, situación que requiere contar con el voto de dos tercios de los países signatarios.
Quién le dará crédito a Bolivia y al acullicu? nos preguntamos. Todos los países coinciden que existe un marco cultural para esta costumbre, pero ninguno se enganchará con el cuento que los usos y costumbres ancestrales justifican las casi 40.000 hcs de cultivos de coca que exceden y sobrepasan las 12.000 hcs permitidas para justificar el acullicu.
Nadie prohibió nunca en nuestro país la masticación de coca, no lo hizo la ONU, ni la Dea, ni ningún otro país signatario del convenio. Ese nunca fue un problema, el tema pasa por otro lado. Bolivia, no puede mostrar una actitud tan poco razonable, antes de cualquier acción o promoción de la “hoja sagrada”o del “acullicu”, el gobierno debía abocarse a erradicar coca excedentaria para ganar reconocimiento en vez de exigir orondamente que el mundo le reconozca el derecho a masticar coca. Esto es una locura, con un pésimo argumento, sin libreto más bien. No tiene pies ni cabezas, sólo puede ser interpretado a nivel internacional como una falta de voluntad, como una acción que puede llevar a pensar que para Bolivia sin coca no hay paraíso.
* Centa Reck es Senadora por Santa Cruz, Bolivia.
Fuente: Hoy Bolivia (Bolivia)
No comments:
Post a Comment